Este módulo es un recurso para los catedráticos 

 

Introducción

 

La «prevención del delito» es un concepto amplio que abarca una extensa diversidad de iniciativas, programas y actividades. La pluralidad de sus enfoques le permiten abordar una amplia cantidad de conductas delictivas, a través del análisis y abordaje de factores heterogéneos que contribuyen al delito y la delincuencia. En consecuencia, a menudo son múltiples los actores que se involucran en los esfuerzos preventivos, entre ellos se incluyen entidades y organismos nacionales y regionales, así como agencias internacionales como la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). El sector gubernamental y no gubernamental, la sociedad civil, la academia, el sector privado, el voluntariado, activistas y las personas en lo individual desempeñan un papel clave en las actividades preventivas de diversa naturaleza.

Es decir, la prevención del delito engloba diversidad de conductas delictivas, distintos enfoques, diferentes factores y una multiplicidad de actores y, cuando se articulan pertinentemente, es posible lograr resultados positivos. Prevenir que ocurran delictivos en el futuro reduce el coste humano asociado a las víctimas de la delincuencia y otros costos sociales, económicos y políticos. Pueden salvarse vidas, evitarse daños físicos y psicológicos a los individuos y minimizarse las pérdidas de recursos financieros. Por estos motivos, la prevención ha cobrado un papel relevante en las políticas públicas de los países del mundo, pero también de las organizaciones de la sociedad civil y en las prácticas locales y comunitarias orientadas a construir entornos de convivencia pacíficos y seguros.

No obstante, la evidencia demuestra que la prevención no está exenta de desafíos. En su nombre, los gobiernos –e incluso entidades privadas- pueden intentar controlar y vigilar a la ciudadanía para mermar el ejercicio de derechos fundamentales. Por otro lado, puede convertirse en una mercancía y venderse a quien pueda pagarla, dejando a los individuos con menores recursos en una posición de mayor inseguridad o vulnerabilidad, o estigmatizar a personas y comunidades y culpar (erróneamente) a las víctimas por contribuir a su propia victimización. Por ello es importante que todos los esfuerzos de prevención del delito consideren e incluyan un análisis de las potenciales consecuencias positivas, pero también de las negativas o no deseadas que se pudieran generar.  

Adicionalmente, es necesario reconocer que existen significativas diferencias políticas, legales, económicas, sociales y culturales en los distintos contextos regionales, nacionales y locales que influyen en el análisis y las prácticas preventivas, en gran medida porque el término «prevención del delito» se utiliza de distintas formas en diferentes regiones del mundo. Esto es importante porque el bagaje de conocimientos acumulados a menudo procede de un reducido número de países -y regiones-, lo cual es sumamente problemático, ya que ciertos enfoques preventivos podrían funcionar de forma satisfactoria en un contexto, pero tener repercusiones negativas en otro. Por lo tanto, es importante que las y los docentes contextualicen los materiales puestos a disposición en este Módulo y, en lo pertinente, los modifiquen para asegurarse de que son relevantes en su ámbito local. Con el propósito de asistirles a las y los profesores en la adaptación de los materiales en función de los desafíos y las oportunidades para detonar iniciativas preventivas en sus propios contextos, se ofrece una lista de las entidades regionales de prevención del delito, que operan en todo el mundo.

 

Resultados del aprendizaje

 
  • Comprender la definición de la prevención del delito empleada por las Naciones Unidas.
  • Distinguir entre los distintos conceptos clave empleados en el contexto de la prevención.
  • Describir los diferentes modelos y tipologías de la prevención.
  • Examinar distintos enfoques de gestión y gobernanza de la prevención.
  • Identificar los mecanismos de sistematización e intercambio de conocimiento, programas y prácticas de prevención del delito basados en evidencia.
 
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