Si bien los juegos y aplicaciones electrónicos de aprendizaje están ampliamente extendidos, existen algunos juegos de cartas y de mesa que se centran en educar a la juventud sobre la delincuencia, la justicia y aspectos del estado de derecho. La iniciativa E4J reconoce el valor educativo que tiene la utilización de juegos en las aulas. Con el propósito de ampliar el abanico de posibilidades de actividades lúdicas que tienen los docentes, en el marco de la iniciativa se hizo un llamamiento a presentar propuestas para elaborar juegos no electrónicos de aprendizaje, destinados a estudiantes de entre 13 y 18 años, que se centraran en al menos una de las esferas del mandato de la UNODC. Diez diseñadores gráficos –organizaciones de la sociedad civil, así como instituciones educativas– recibieron una subvención para desarrollar y probar juegos relacionados con temas del estado de derecho, contando con la colaboración de estudiantes y docentes de educación secundaria en cada etapa del proceso.
“Juega por la integridad”, un juego de serpientes y escaleras desarrollado por Integrity Action (Reino Unido), permite a los estudiantes actuar con integridad, así como detectar la corrupción y enfrentarse a ella. El reto al que se enfrentan los jugadores consiste en llegar al final del tablero respondiendo a preguntas y llevando a cabo tareas relacionadas con conceptos clave de la integridad. El juego, acompañado por un plan de clase para docentes, puede descargarse en árabe, inglés, francés, nepalí, pastún, ruso y uzbeko.
La Asociación Socioeducativa Llere (España) desarrolló “Carrera contra el tiempo”, un juego de mesa original que enseña sobre la corrupción, el terrorismo, la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes. Los jugadores asumen distintos papeles presentes en la sociedad, desde agentes encargados de hacer cumplir la ley hasta políticos, y se enfrentan a una “infección”, un problema cada vez mayor que afecta negativamente a todos ellos. Al cooperar entre sí y tejer estrategias para solventar la dificultad, los jugadores conocen su impacto en los diferentes personajes y descubren qué puede hacer cada uno de ellos para despejarla. El juego concluye en el momento en que la infección queda controlada o en que alcanza un punto de no retorno.
“Enredados” es un juego interactivo que se centra en la narración de historias para sensibilizar sobre la trata de personas. Mediante cartas y la combinación de elementos como personajes, trama y desenlace, los jugadores armarán una historia que tratará sobre esta cuestión. Actualmente solo está disponible en español.
La Universidad de Bournemouth (Reino Unido) está elaborando un juego de mesa colaborativo, titulado “RiotID”, que trata sobre la rendición de cuentas relativa al empleo de la fuerza y que tiene por objeto enseñar a los estudiantes acerca de los Principios Básicos de las Naciones Unidas sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley. Asumiendo las funciones de un equipo municipal de investigación forense, los jugadores aprenden a detectar las situaciones en que la policía utiliza de forma indebida y excesiva armas de fuego y equipo menos letal que estas. Mediante investigaciones colaborativas, los jugadores de RiotID recaban pruebas de la escena del incidente para denunciar las violaciones de los derechos humanos, rastrear la fabricación de armas y descubrir las rutas de tráfico de equipo policial.
La Escuela Preparatoria de Rutgers (Estados Unidos) creó un juego de mesa cooperativo, titulado “Ciberataque”, en el que los jugadores tienen que idear una estrategia común para luchar contra la ciberdelincuencia. Los cambios constantes en el escenario del juego exigen a los jugadores que piensen de forma crítica, escuchen con atención, pasen de una función de liderazgo a una de apoyo según las aptitudes que se requieran, prevean las consecuencias y formulen posibles soluciones. Como los jugadores tienen que cooperar entre sí, el juego refuerza también sus aptitudes para el trabajo en equipo. Este está disponible en inglés y ruso.
Los diseñadores de juegos de la Universidad Howard (Estados Unidos) desarrollaron el juego de mesa "Laberinto" para fortalecer las aptitudes de resiliencia y pensamiento crítico de los estudiantes. Los jugadores intentan convertirse en héroes según avanzan por el tablero del juego y toman las decisiones apropiadas, mientras se orientan por un laberinto en el que los caminos pueden conducir tanto al extremismo y la radicalización violentos como también a la tolerancia y la diversidad. Para salir airosos, los jugadores deben ser capaces de desafiar los estereotipos, reconocer la propaganda y evaluar los mensajes encontrados en línea, así como analizar las situaciones, en particular el riesgo que entraña el extremismo violento.
La Universidad de São Paolo (Brasil) desarrolló el juego colaborativo “Purposyum - Aspirantes a la justicia”, que estimula la cooperación en la elaboración de planes y estrategias que permiten encontrar soluciones para vencer los arduos desafíos a los que se enfrenta la justicia. El juego está disponible en inglés y portugués.