La educación debe desempeñar un cometido esencial para que los estudiantes puedan comprender sus derechos fundamentales y defiendan la justicia en la sociedad. Para ello, la UNODC y la UNESCO publicaron conjuntamente dos manuales, uno para escuelas de educación primaria y otro para escuelas de educación secundaria, a fin de ayudar a los docentes a capacitar a sus alumnos y a que estos desarrollen el pensamiento crítico y la empatía, aptitudes que no suelen ocupar un lugar destacado en los planes de estudio escolares.
Las clases interactivas fomentan la sensibilización de los alumnos respecto de sus derechos y derriban ideas erróneas sobre el derecho y la justicia. Los ejercicios, los juegos y las narraciones de cuentos ayudan a que las cuestiones sociales sean más entretenidas, incitando a los alumnos a que adopten una posición moral.
Algunas de las clases incluidas en los manuales tienen sus raíces en la historia y la cultura local, favoreciendo que los alumnos comprendan la manera en que evolucionan las leyes nacionales y en que las sociedades aprenden a resolver los conflictos y a vivir juntas. Otras clases dotan a los alumnos de las habilidades que necesitan para saber conducirse en la era digital.
Las actividades de los manuales se arraigan en la Educación para la Ciudadanía Mundial, un enfoque que puede ayudar a fomentar la confianza en las instituciones públicas entre los jóvenes, convirtiendo a estos en agentes del cambio capaces de participar en la sociedad de forma constructiva y responsable.
Los manuales para docentes se encuentran entre los recursos fundamentales elaborados en el marco de la alianza entre la UNODC y la UNESCO, denominada Educación para la Ciudadanía Mundial en pro del estado de derecho: enseñar una cultura de la legalidad.