Este módulo es un recurso para los catedráticos
Cuestiones clave
Este módulo ofrece una descripción de los conceptos de integridad y ética. La integridad es un término que se usa en muchos contextos diferentes, por ejemplo, al referirse a información, arte o música. Desde una perspectiva filosófica, las discusiones sobre la integridad generalmente involucran una dimensión ética o moral, de acuerdo con la Stanford Encyclopedia of Philosophy:
El discurso común sobre la integridad involucra dos nociones fundamentales: primero, que la integridad es principalmente una relación formal que uno tiene consigo mismo, o entre partes o aspectos de uno mismo; y segundo, que hay una conexión importante entre la integridad y el actuar moralmente o, dicho de otro modo, que existen algunas limitaciones sustantivas o normativas sobre lo que constituye actuar con integridad.(Cox, 2017)
El Chambers 21st-Century Dictionary (Chambers, 1999) define a la integridad como "el apego estricto a los valores y principios morales". El siguiente análisis de la integridad menciona el origen de la palabra y sus diferentes aplicaciones:
El concepto de integridad se deriva del latín "integritas " (totalidad). Y se le define como la congruencia entre las creencias, las decisiones y las acciones, y el apego continuo a los valores y principios. Cuando se describe a alguien como una persona íntegra, lo que se sugiere es que esa persona no es corruptible, como resultado de su "integralidad " y la "conexión " de sus valores y principios. A menudo se usa la integridad junto con la ética, lo cual sugiere que los valores y principios a los que uno se apega deben ser valores éticos. Algunos de los valores que suelen ser mencionan son la honestidad, la apertura, la rendición de cuentas y la confiabilidad. La integridad organizacional se refiere a la capacidad de las organizaciones individuales de desarrollar e implementar un marco de gestión de la integridad, y de que sus empleados actúen de acuerdo con los valores de la organización.(Matten, Pohl y Tolhurst, 2007 pág. 278)
Se han identificado distintos tipos de integridad; la Stanford Encyclopedia of Philosophy incluye los siguientes:
- La autointegración se refiere a la capacidad de las personas para integrar diversos aspectos de su propia personalidad en un todo armonioso.
- La perspectiva de la integridad a través de la identidad se refiere a la forma en que los individuos se comprometen con las cosas con las que se identifican profundamente (en otras palabras, actuar de una forma que refleje su sentido propio de quiénes son).
- La perspectiva de la integridad a través de la autoconstitución se refiere a las acciones que pueden ser respaldadas por uno mismo al momento de actuar, y también por un yo futuro.
- Ver la integridad como "defender algo" incorpora una dimensión social a la definición: se implica hacer juicios de valor, pero también requiere respeto por los juicios de los demás.
- Integridad como propósito moral: este enfoque describe la integridad en términos de un compromiso o una clara intención de vivir una vida moral. Permite que los demás estén en desacuerdo con los puntos de vista de una persona, reconociendo al mismo tiempo que es una persona íntegra. (Cox, 2017)
Pasando al concepto de ética, Norman (1998, pág. 1) ha definido la ética como "el intento de comprender la naturaleza de los valores humanos, de cómo debemos vivir y de qué constituye una conducta correcta." La definición de ética del diccionario es "el estudio o la ciencia de la moral" (Chambers, 1999). La moral se define como "un sentido de lo que está bien y lo que está mal", y ser moral como "perteneciente o relacionado con los principios del bien y el mal, o de lo correcto e incorrecto" (Chambers, 1999).
Si bien este módulo se enfoca principalmente en el pensamiento filosófico occidental, es importante reconocer el aporte crítico de la filosofía no occidental. Por ejemplo, la Stanford Encyclopedia of Philosophy declara lo siguiente acerca del pensamiento ético chino:
La tradición del pensamiento ético chino se ocupa principalmente de preguntas sobre cómo se debe vivir: qué es lo que hace que la vida valga la pena, cómo sopesar los deberes hacia la familia y los deberes hacia los extraños, si la naturaleza humana está predispuesta al bien o al mal, cómo nos debemos relacionar con el mundo no humano, en qué medida nos debemos involucrar en reformar las estructuras sociales y políticas de nuestra sociedad, y cómo debemos actuar si tenemos una posición de influencia o poder. Lo personal, lo social y lo político a menudo se entrelazan en los enfoques chinos sobre el tema. Cualquiera que desee retomar la gama de importantes tradiciones de pensamiento sobre este tema debe aproximarse con seriedad a la tradición china.(Wong, 2017)
Una de las figuras más importantes de esta tradición es Confucio. Vivió aproximadamente entre el año 551 y el año 479 A.C. y fue filósofo y fundador de la escuela Ru del pensamiento chino. Sus enseñanzas fueron conservadas en lunyu o analectas. La Stanford Encyclopedia of Philosophy resume su enfoque de la siguiente manera:
Confucio considera que la gente vive su vida dentro de parámetros firmemente establecidos por el Cielo—que para él suele ser tanto un Ser Supremo como la naturaleza y sus ciclos y patrones fijos—y que los hombres son responsables de sus acciones y especialmente de la manera en que tratan a los demás. Hay poco o nada que podamos hacer para alterar el lapso predestinado de nuestra existencia, pero sí determinamos nuestros logros y el legado por el que se nos recuerda.(Riegel, 2017)
Cuando nos enfrentamos a decisiones difíciles, solemos sentir que no hay una respuesta clara que sea la correcta, pero intuimos que la decisión está relacionada con la distinción entre lo que está bien y lo que está mal. Las discusiones sobre integridad y ética abordan la distinción fundamental entre lo que está bien y lo que está mal. Este es un tipo de decisión mucho más difícil que decidir si preferimos un tipo de comida u otro, o si la respuesta a una simple ecuación matemática es correcta o incorrecta.
Algunas personas argumentan que realmente no tenemos la opción de decidir si somos éticos o no – a esto se le suele conocer como la "moral común". De acuerdo con Blackburn (2002, pág. 4): "Los seres humanos son animales éticos. No quiero decir que nos portemos particularmente bien por naturaleza, ni que nos estemos diciendo infinitamente qué hacer. Pero calificamos y evaluamos, comparamos y admiramos, reclamamos y justificamos. No es solo una cuestión de 'preferir' esto o aquello, de forma aislada. Preferimos que nuestras preferencias sean compartidas; las convertimos en demandas para el otro". Sissela Bok (1978, pág. 23) ha argumentado que incluso los que mienten comparten con las personas a quienes engañan el deseo de no ser engañados. Estar de acuerdo con esta declaración indica un apoyo inherente al concepto de integridad.
Dentro del contexto de un módulo introductorio, es conveniente repasar algunos ejemplos interesantes y complejos. Robinson y Garratt (1997, pág. 4) hacen las siguientes preguntas:
- ¿Hay alguna diferencia entre las leyes morales y las leyes de la sociedad? (Esta pregunta será abordada más a profundidad en el Módulo 12.)
- ¿Cómo son en realidad los seres humanos: egoístas y codiciosos o generosos y amables?
- ¿Hay algunas personas que son "mejores" desde una perspectiva moral que otras?
- ¿Por qué debo ser una buena persona?
Estas preguntas inevitablemente generarán un debate intenso, y también abordan algunas de las cuestiones filosóficas y teóricas fundamentales que se cubren en este módulo.
En el momento en que nosotros, como seres humanos, expresamos un deseo sobre cómo debería ser alguna cosa, utilizamos un lenguaje ético. Al sugerir que algo debería ser distinto, estamos haciendo la calificación, evaluación y comparación a la que se refiere Blackburn. Sugerimos que algo podría ser mejor y, por ende, apoyamos la idea de que algunas cosas son mejores, más deseables o más aceptables que otras.
La siguiente gráfica explica el papel de la teoría: nos ayuda a entender el mundo, pero la teoría por sí misma no puede cambiar al mundo; necesitamos acción. La acción -y, con suerte, la acción ética- se nutre de la teoría. Cualquier teoría que aborde la forma en que deberían ser las cosas, como se mencionó anteriormente, puede clasificarse como una teoría ética.
Este módulo abordará tres de las principales teorías éticas occidentales: el utilitarismo, la deontología y la ética de la virtud. Como se mencionó anteriormente, se reconoce el aporte crítico de la filosofía no occidental, pero en este módulo no se le abordan perspectivas no occidentales en profundidad. Otros módulos de esta serie que abordan los enfoques no occidentales de la ética son el Módulo 2 (Ética y valores universales), Módulo 4 (Liderazgo ético), y el Módulo 5 (Ética, diversidad y pluralismo). Cabe destacar que el enfoque conocido como ética del cuidado, aunque no es abordado en este módulo, es definido y abordado en el Módulo 9 (Dimensiones de género de la ética) de esta serie de módulos.
Utilitarismo
La premisa básica del utilitarismo es que una acción es moral si maximiza su 'utilidad' social global (o felicidad). Dos de los filósofos más importantes de esta tradición son Jeremy Bentham y John Stuart Mill. El utilitarismo, una forma del consecuencialismo, exige que la persona determine la respuesta correcta a una pregunta ética sopesando las consecuencias positivas y negativas de una acción. Aquella que produzca la mayor felicidad para el grupo mas grande posible de personas será la solución más ética. Es importante tomar en cuenta que las consecuencias deben medirse en términos de impacto generalizado, no solo en los términos del que toma la decisión entendidas independientemente del impacto de estas. Todas las teorías consecuencialistas sostienen que lo moral depende de la consecuencia de las acciones. El utilitarismo, como un caso específico de consecuencialismo, sostiene que lo correcto de la acción depende de si maximiza una consecuencia particular, es decir, la mayor felicidad para el mayor número.
El ejemplo del naufragio (ver el ejercicio Ejercicio 2) ofrece una manera fácil de explicar este enfoque. Imaginemos que estamos en un naufragio: un barco empezó a hundirse a mar abierto. Once personas se subieron a un bote salvavidas diseñado para un maximo de diez personas, asi que el bote salvavidas empezo a hundirse. ¿Qué deberían hacer los pasajeros? De acuerdo con el enfoque utilitarista, la respuesta es fácil: salvar diez vidas produce el mayor bien, y por lo tanto, de acuerdo con el utilitarismo, lo ético es matar a una persona.
Deontología
La premisa básica de la deontología, en contraste con las teorías consecuencialistas como el utilitarismo, es que una acción es moral si se ajusta a ciertos principios o deberes (independientemente de sus consecuencias). La Deontología se deriva de la palabra griega deón, que significa deber. El nombre que sobresale por encima de todos los demás en relación a este enfoque es el de Immanuel Kant. El siguiente fragmento de la Stanford Encyclopedia of Philosophy ofrece un buen resumen de la posición de Kant:
Immanuel Kant (1724-1804) argumentó que el principio supremo de la moral es un estándar de racionalidad al que llamó el "imperativo categórico" (IC). Kant caracterizó al IC como un principio objetivo, racionalmente necesario e incondicional que debemos seguir siempre a pesar de cualquier deseo o inclinación natural contrario que podamos tener. Todos los requisitos morales específicos, según Kant, están justificados por este principio, lo cual significa que todas las acciones inmorales son irracionales porque violan el IC.(Johnson, 2018)
En términos sencillos, el imperativo categórico se puede comparar con lo que a menudo se describe como la regla de oro, que aparece en muchas tradiciones culturales y religiosas distintas: trata a los demás como quieres que te traten. De inmediato se vuelve evidente que este tipo de argumento ofrece soluciones diferentes a las que ofrece el enfoque utilitario para los problemas éticos. En el ejemplo del naufragio ya no se puede justificar matar a alguien, porque la regla que podríamos deducir como universal es: no matarás. Por lo tanto, sin importar cuáles sean las consecuencias, la respuesta moralmente correcta sería no matar a ninguna persona del bote salvavidas.
Ética de la virtud
La premisa básica de la ética de la virtud es que lo moral depende del perfeccionamiento del carácter propio. A diferencia del utilitarismo (las consecuencias) o la deontología (el deber), el énfasis recae sobre las virtudes de la persona. Basada en el antiguo aporte de Aristóteles (384 a 322 aC), la ética de la virtud ofrece un enfoque más integral de la ética. Stewart destaca las siguientes características de la ética de la virtud:
- Se ocupa de la persona o el agente que está detrás de las acciones, y no de las acciones en sí.
- Considera que aspectos como las emociones, las actitudes, los hábitos y el estilo de vida son moralmente relevantes: la forma en que se es, y no sólo lo que se hace, es lo que se puede clasificar como bueno o malo.
- Sostiene que la vida es demasiado compleja para guiarse por reglas estrictas que dictan como debemos actuar.
- Es holística: examina el propósito de la vida y no momentos individuales.
- Promueve las virtudes como algo benéfico para el propietario: "Ser virtuoso es bueno porque te hace bien a ti" (Stewart, 2009, pág. 56).
De acuerdo con la Stanford Encyclopedia of Philosophy,una virtud es "un rasgo excelente del carácter. Es una disposición, bien arraigada en su poseedor, algo que, como se dice, va hasta el fondo, a diferencia de un hábito - como beber té - para hacer que se perciba, se espere, se valore, se sienta, se desee, se elija, se actúe, y se reaccione de ciertas maneras características "(Hursthouse, 2016). La ética de la virtud es muy atractiva porque ofrece un enfoque holístico, pero ha sido criticada por su falta de orientación práctica. Como explica Stewart: "Cuando pregunto qué debo hacer, la ética de la virtud me responde que debo ser virtuoso. Esto no me sirve de nada a menos que sepa qué son las virtudes y cuál debo aplicar en mi situación. ¿De qué utilidad me puede resultar eso? Me dijeron que una persona virtuosa podría aconsejarme... Pero ¿y si no conozco a ninguna persona virtuosa?” (2009, pág. 69).
En resumen, las tres principales teorías éticas occidentales nos ofrecen maneras distintas de pensar sobre la etica, pero ninguna de estas teories carece de problemas. No existe acuerdo dentro de la comunidad filosofica sobre cual de las tres teorías exploradas aquí es la mas convincente. Por lo menos a nivel intuitivo, pareciera que la mejor manera de abordar decisiones complejas de carácter ético es considerar aspectos centrales de las tres teorías. Las consecuencias de nuestras acciones no se pueden ignorar, como tampoco se pueden ignorar los principios de carácter universal que deberían guiar nuestras acciones. Tambien es importante tratar siempre de mejorar como personas, de desarrollar nuestras personalidades. Un riesgo que existe con la labor de justificar acciones tomadas—especialmente cuando se usa un sistema mixto como lo propuesto aquí—es que nuestras justificaciones sean de tipo post hoc. Justificaciones de tipo post hoc cumplen la función de dudoso mérito de convencernosque las decisiones tomadas de antemano, u opiniones de las cuales estamos convencidos con antelacion a cualquier intento de justificación, son las correctas.
El ponente puede usar la presentación de PowerPoint de este módulo para presentar estas teorías en la clase. Los siguientes ejercicios pueden utilizarse para guiar a los alumnos en los pasos necesarios que les permitan identificar los problemas éticos y aplicar las teorías éticas. Algunos de los conceptos que se explorarán son la justicia, la felicidad, el deber, los derechos y el contrato social. A los alumnos más avanzados se les podría presentar la distinción entre ética sustantiva (¿qué tipo de acciones pueden ser consideradas buenas y correctas?) y la meta-ética (¿qué significa decir que algo es bueno o correcto?). Por último, se abordarán distintas aplicaciones de integridad y ética, que servirán como una introducción temprana a otros módulos que forman parte de la serie de módulos de Integridad y Ética de E4J.
References
- Blackburn, Simon (2002). Being Good. Oxford: Oxford University Press.
- Bok, Sissela (1978). Lying: Moral Choice in Public and Private Life. Hassocks: The Harverster Press Limited.
- Cox, Damian and others (2017). Integrity. The Stanford Encyclopedia of Philosophy. Edward N. Zalta, ed.
- Chambers 21 st Century Dictionary (1999). Edinburgh, Chambers.
- Hursthouse, Rosalind and Glen Pettigrove (2016). Virtue ethics. The Stanford Encyclopedia of Philosophy. Edward N. Zalta, ed.
- Johnson, Robert and Adam Cureton (2018). Kant's moral philosophy. The Stanford Encyclopedia of Philosophy. Edward N. Zalta, ed.
- Norman, Richard (1998). The Moral Philosophers. Oxford: Oxford University Press.
- Riegel, Jeffrey (2013). Confucius. The Stanford Encyclopedia of Philosophy. Edward N. Zalta, ed.
- Robinson, Dave and Chris Garratt (1997). Ethics for Beginners. Cambridge: Icon Books.
- Stewart, Noel (2009). Ethics: An Introduction to Moral Philosophy. Cambridge: Polity Press.
- Visser, Wayne and others, eds. (2007). The A to Z of Corporate Social Responsibility. Chichester: John Wiley & Sons Ltd.
- Wong, David (2017). Chinese ethics. The Stanford Encyclopedia of Philosophy. Edward N. Zalta, ed.
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