La rutina, como por ejemplo, comidas compartidas y horarios fijos para dormir ayudan a la familia a liberar estrés y hace que los niños se sientan más seguros. Es importante mantener rutinas que son familiares en momentos difíciles.
La predictibilidad de la rutina y el saber qué va a pasar próximamente hace que los niños se sientan seguros y confiados.
Las rutinas ayudan a los padres e hijos a reducir el estrés y la ansiedad, y a vivir vidas más felices y sanas.
Las rutinas en familia reducen la impulsividad y hacen que los hijos sean más colaboradores e independientes. Esto ayuda a reducir ira y conflictos
Las rutinas familiares están ligadas al desarrollo del lenguaje, el logro académico y el desarrollo de las herramientas para la socialización.
Los rituales sobre la hora de dormir, asi como la cena y un horario consistente para ir a dormir hacen que los niños duerman mejor y más tiempo.
Las rutinas familiares se asocian con la efectividad de los padres, la adaptación infantil, la salud mental y la satisfacción marital.
La educación y sociabilización son aspectos esenciales para la crianza de los niños y toman lugar mayormente a través de actividades rutinarias.
La ciencia demuestra que al ser consistente es la mejor forma de convertir el comportamiento en hábito.
Hecho posible gracias al generoso apoyo del Gobierno de Francia.