Desde la fundación de las Naciones Unidas, la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las jóvenes han sido parte de los marcos de política y los tratados internacionales. La igualdad de género es un aspecto fundamental de los derechos humanos y de los valores de las Naciones Unidas, tal como se consagra en la Carta fundacional de la Organización. La igualdad de género fue incorporada al derecho internacional de los derechos humanos en la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), que fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948. En la DUDH se reconoce específicamente que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos” y que “toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión ... nacimiento o cualquier otra condición”.
Posteriormente, la igualdad de género y los derechos de las niñas y las jóvenes se incluyeron en compromisos independientes, como la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres (1979), que tiene por objeto promover la observancia de los derechos humanos de las mujeres, la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (1995), que brindó una hoja de ruta progresiva para la promoción de los derechos de las mujeres, y la Agenda Mujeres, Paz y Seguridad (MPS), que se incorporó por primera vez en el programa del Consejo de Seguridad en 2000. La resolución 1325 del Consejo de Seguridad sobre la Agenda MPS y las resoluciones posteriores hacen un llamamiento para aumentar la participación de las mujeres y para incorporar perspectivas de género en todas las iniciativas de paz y seguridad de las Naciones Unidas (incluida la participación de las mujeres en los procesos relacionados con la adopción de decisiones y la paz, la inclusión de perspectivas de género en las iniciativas de capacitación y consolidación de la paz, y la transversalización del género en los sistemas de presentación de informes de las Naciones Unidas). La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible brindó aún más ímpetu, ya que los Estados Miembros transformaron la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las jóvenes en uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS5), y también reconocieron la importancia de su contribución para avanzar hacia el logro de todos los ODS. Las iniciativas de reforma del Secretario General, en las que la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres ocupan un aspecto central, han dado aún más impulso.
La desigualdad de género es una preocupación en materia de derechos humanos, y la UNODC reconoce que promover la no discriminación y la igualdad es una cuestión de derechos humanos, una condición para la justicia social y un requisito previo fundamental para lograr la igualdad, así como el desarrollo sostenible y la paz. Un enfoque basado en los derechos humanos exige que las obligaciones y los principios de derechos humanos estén integrados en todos los aspectos de las esferas de trabajo de la UNODC, lo que incluye velar por la participación y la inclusión de las poblaciones desfavorecidas y marginadas.
Mediante su Programa Mundial sobre la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres, la UNODC promueve la transversalización de la igualdad de género interseccional en su labor normativa, operacional y de investigación. En 2017, la Oficina del Director General/Director Ejecutivo estableció el Equipo sobre Cuestiones de Género de la Oficina de las Naciones Unidas en Viena y la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (UNOV/UNODC) para promover, supervisar y elaborar informes sobre la aplicación de la Estrategia para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres de la Oficina de las Naciones Unidas en Viena/Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (2022-2026). La Estrategia de Género constituye un compromiso y un llamamiento a promover acciones transformadoras, y su aplicación nos permitirá apoyar en mayor medida a los Estados Miembros para que aborden los efectos de las drogas ilícitas, la delincuencia organizada, el terrorismo y la corrupción a todos los niveles de la sociedad, a la vez que logran resultados que permitan transversalizar las cuestiones de género y empoderar a las mujeres y las jóvenes en todos nuestros programas y actividades.