Ecuador, uno de los países más megadiversos del mundo, enfrenta un desafío significativo con el tráfico de especies. Este delito no solo pone en peligro a la biodiversidad nacional, sino que también alimenta una crisis ambiental y de seguridad a nivel global.
Los delitos ambientales han escalado hasta convertirse en la tercera economía ilícita más lucrativa del mundo, generando ganancias anuales estimadas entre 110 y 281 mil millones de dólares (Igarapé, 2023). Estas actividades ilícitas financian hasta el 38% de los grupos armados no estatales, exacerbando conflictos y fomentando el terrorismo en regiones con limitada presencia estatal y altos índices de impunidad (RHIPTO-INTERPOL-GI, 2018).
Ante esta problemática, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), junto con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a través del proyecto ECOS, y en colaboración con la Unidad Científica de la Policía Nacional, organizó en Cuenca, Ecuador, un taller especializado para fortalecer las capacidades de los investigadores de la escena del crimen y primeros respondientes en casos de delitos contra la vida silvestre.
El entrenamiento de tres días reunió a más de 30 representantes de instituciones clave, entre ellas el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), incluyendo a guardaparques del sistema nacional de áreas protegidas en la región amazónica sur; Fiscalía General del Estado (FGE), Policía Nacional, y representantes de la Empresa Pública Municipal de Telecomunicaciones, Agua Potable, Saneamiento y Gestión Ambiental del cantón Cuenca.
Los asistentes recibieron una formación integral, tanto teórica como práctica, sobre el manejo adecuado de escenas del crimen, la gestión de indicios y evidencias, y la implementación de procedimientos estandarizados. Como parte de esta capacitación, UNODC entregó kits para primeros respondientes, equipados con materiales esenciales como bolsas de evidencias, equipos de bioseguridad, rotuladores y etiquetas de evidencia, entre otros recursos fundamentales.
Las competencias impartidas resultan clave para garantizar una cadena de custodia efectiva, lo que no solo fortalece la solidez de los procesos judiciales, sino que también mejora la coordinación interinstitucional, permitiendo a los operadores de justicia abordar de manera más eficiente los casos de tráfico de vida silvestre.
El Teniente Coronel Xavier Chango, Subdirector Nacional de Investigación Técnico Científica de la Policía Nacional, destacó la importancia de estas capacitaciones, señalando que, en muchas ocasiones, el personal forense no puede llegar a las escenas del crimen debido a la falta de recursos, distancia o limitaciones logísticas. En estos casos, los primeros respondientes juegan un papel crucial al proteger el lugar de los hechos, recolectar evidencias y garantizar que estas sean manejadas correctamente para su posterior análisis por los equipos especializados.
El taller no solo buscó reforzar las capacidades técnicas de los participantes, sino también promover la estandarización de los procedimientos de investigación en casos de delitos contra la vida silvestre. Esto es fundamental para asegurar la cadena de custodia de las evidencias y fortalecer los procesos judiciales, permitiendo que los operadores de justicia puedan procesar estos casos de manera más efectiva.
La colaboración entre UNODC, USAID y las instituciones ecuatorianas demuestra un compromiso sólido con la protección de la biodiversidad y la lucha contra el tráfico de especies. Esta iniciativa se enmarca en los esfuerzos más amplios del proyecto ECOS, que busca enfrentar los delitos ambientales desde un enfoque integral, promoviendo no solo la conservación del patrimonio natural de Ecuador, sino también la justicia y la seguridad en las comunidades afectadas por estos crímenes.