27 de octubre de 2020 – Desde sus orígenes, la Organización de las Naciones Unidas ha reconocido un vasto conjunto de derechos inherentes a toda la humanidad; entre estos derechos, se encuentra la no discriminación y el derecho a expresar nuestra identidad cultural en todas sus facetas. En el 2007, y para abordar las necesidades específicas de algunas comunidades, la Asamblea General adoptó la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas estableciendo como marco universal un mínimo de estándares para la sobrevivencia, dignidad y bienestar de los pueblos indígenas.
Aun cuando todavía queda mucho por hacer al respecto, el incremento en el activismo dirigido a formalizar los derechos de los pueblos indígenas ha llevado a varios países al reconocimiento oficial de diferentes etnias dentro de sus poblaciones, con su propia lengua y cultura.
América Latina es una región culturalmente diversa, con un legado y una diversidad de civilizaciones que han dejado huella en el continente, pero con lenguas y tradiciones que han sido relegadas con el paso del tiempo. El español se ha convertido en la lingua franca en la mayoría de los países, seguida muy de cerca por el portugués, sin embargo, millones de personas aun hablan lenguas indígenas como el quechua, maya, guaraní, aymara o náhuatl, por nombrar algunas de las más comunes. En ocasiones, esto ha presentado retos en la diseminación exhaustiva de la Educación en diversos países.
Es por ello que la iniciativa Educación para la Justicia, un componente del Programa Global de UNODC para la implementación de la Declaración de Doha, ha llevado a cabo un evento especial este mes. El webinario, el primero de una serie que busca promover la educación y ampliar su alcance con contrapartes relevantes, reunió a representantes del gobierno y organismos internacionales, así como expertas y expertos en la región en una discusión franca sobre el impacto de la disponibilidad y diseminación de materiales educativos en lenguas indígenas.
“Los pueblos indígenas representan el cinco por cierto de la población mundial”, señaló Marco Teixeira, Oficial Senior de Programa de la Declaración de Doha. “La promesa de la agenda 2030 de ‘no dejar a nadie atrás´ es de suma importancia para los pueblos indígenas; en cambio, estos tienen mucho que contribuir para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.
La promoción de una educación inclusiva está en el centro del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, el cual busca eliminar las disparidades en la educación y formación profesional, así como garantizar el acceso equitativo para todas las personas, sin importar su origen. En su misión dirigida a la enseñanza sobre prevención del delito y promoción de una cultura de la legalidad a nivel primario, secundario y superior, E4J continúa siendo una iniciativa que impulsa la inclusividad a través de su compromiso con el desarrollo de materiales en diversas lenguas indígenas.
Para Francisco Calí Tzay, Relator Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas (ONUDH), “la iniciativa E4J puede representar la oportunidad para el diálogo intercultural entre sistemas de justicias y sería de mucho valor para los pueblos indígenas que las niñas y los niños conozcan y profundicen el sistema de justicia, normas y autoridades propios.”
E4J ha comenzado con la traducción de diversas herramientas educativas como historietas, a varias lenguas indígenas habladas en Bolivia y México. Este material no solo disemina valores globales sobre el Estado de derecho, sino también busca reducir las desigualdades e incrementar la inclusividad de aquellos en situación de marginación.
“Nuestro sueño es que las iniciativas de educación se conviertan en programas y políticas públicas vigentes y que no desaparezcan”, mencionó Dalí Ángel, Coordinadora de la Unidad de Juventud, Mujer Indígena y ODS, del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC).
El plan de E4J consta en hacer que su variado portafolio de material educativo esté disponible en varias lenguas indígenas, apoyando a las y los educadores mientras ayudan a las próximas generaciones a comprender y abordar mejor los problemas que pueden socavar el estado de derecho, alentando a los estudiantes de todo el mundo a participar positivamente en sus comunidades.
Información adicional
Más información sobre el webinario
Education for Justice