5 de diciembre de 2017 - En 2016, la superficie ocupada por el cultivo de hoja de coca en Perú aumentó en 9 por ciento, la cifra más baja en la región según el último Informe de Monitoreo de Cultivos de coca en Perú, presentado hoy en Lima. La superficie cultivada creció en algo más de 3.500 hectáreas (ha) en comparación a las cifras del 2015. El informe, elaborado conjuntamente por UNODC y el Gobierno, indica que el área cultivada con coca, materia prima para la producción de cocaína, aumentó de 40.300 hectáreas a 43,900 hectáreas.
Durante su intervención en el evento, el Representante de UNODC para Perú y Ecuador, Kristian Hölge, destacó que tomando en cuenta el incremento que hubo en la región "debemos estar alertas y esforzarnos en mejorar las metodologías aplicadas y en usar nuevas tecnologías, así como en promover nuevas iniciativas de investigación en apoyo a la implementación de la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2017-2021".
En virtud del Plan del Gobierno peruano para reducir el área cocalera, en 2016 la cifra de erradicación fue considerable llegando a 30.151 hectáreas. Las zonas cocaleras impactadas por estas acciones de erradicación fueron Aguaytia, Alto Huallaga, Pichis-Palcazu-Pachitea, San Gabán y Orellana. El Valle de los Ríos Apurimac, Ene y Mantaro (VRAEM), la principal área productora de coca en Perú, mostró un aumento del 11 por ciento en la superficie cultivada con coca.
El análisis adicional contenido en la encuesta se enfoca en abordar el alcance de los cultivos de coca en las Áreas Naturales Protegidas y en tierras de Comunidades Nativas amazónicas. En este período, se han detectado 168 hectáreas de coca en producción sobre Áreas Naturales Protegidas y alrededor de 5,600 hectáreas en sus zonas de amortiguamiento. Con respecto a las Comunidades Nativas, Shimpenchariato y Gran Shinongari fueron las más afectadas con 703 hectáreas y 292 hectáreas de coca, respectivamente.
La producción de hoja de coca seca al sol en 2016, utilizada por los traficantes de drogas para producir pasta de cocaína y clorhidrato de cocaína fue de unas 105.960 toneladas métricas (TM), un aumento del 10 por ciento respecto del 2015. Se estima, como en años anteriores, que 10,728 TM de la producción total fueron utilizadas para la práctica tradicional de mascar coca y 163 TM para la producción industrial, según datos oficiales; mientras que las 95,069 toneladas restantes de hoja de coca estarían vinculadas al narcotráfico. VRAEM representó el 77 por ciento de esta producción.
El precio promedio de la hoja seca de coca en chacra o finca mostró una disminución del 21 por ciento, pasando de US$3.9 a US$3.1 por kilogramo (kg). El precio de la pasta de cocaína aumentó 14 por ciento, pasó de US$745 a US$847 dólares por kg, y el precio promedio del clorhidrato de cocaína aumentó en 14 por ciento entre 2015 y 2016, de 1.133 dólares a 1.289 dólares por kg. Asimismo, las incautaciones de clorhidrato de cocaína aumentaron de 8,465 kg en 2015 a 13,958 kg en 2015, un incremento del 65 por ciento. Las incautaciones de pasta de cocaína subieron un 20 por ciento en el mismo período, de 11 738 kg a 14 035 kg.