14 de julio de 2017 - El último informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI) de la UNODC reporta un incremento del 52% en los territorios afectados por cultivos de coca al pasar de 96.000 hectáreas en 2015 a 146.000 hectáreas en 2016.
El mayor crecimiento se registra en zonas fronterizas, especialmente en Nariño, Putumayo y Norte de Santander, los mismos territorios con mayor número de hectáreas reportadas en el informe del 2015.
En relación a la producción potencial de cocaína se estima un aumento del 34%. Pasó de 646 toneladas en 2015 a 866 en 2016.
El precio promedio del kilo de hoja de coca es 43% más alto respecto a las estimaciones del 2013, año en el que la tendencia empezó a ser el aumento del área sembrada.
Este año el informe también registra un incremento en las incautaciones del 49%. 253 toneladas de cocaína fueron confiscadas en 2015. En 2016 ese número aumentó a 378.
Aunque los datos indican una situación preocupante, el escenario en Colombia se muestra propicio para una solución sostenible a partir de la transición de una estrategia centrada en los cultivos a una estrategia centrada en la transformación de los territorios y en las comunidades. Empieza a consolidarse un panorama de confianza entre el Estado y las comunidades para la construcción conjunta de soluciones sostenibles. Para ello serán necesarias acciones coordinadas, focalizadas e integrales que enfrenten las economías ilícitas y el crimen organizado, permitan a las comunidades tomar decisiones libres sin la presión de grupos armados al margen de la ley y promuevan en el territorio alternativas legales de desarrollo.
Informe de Monitoreo de Territorios afectados por Cultivos Ilícitos 2016