Informe de la UNODC: La destrucción de drogas incautadas en Bolivia en el primer semestre de 2016 continúa realizándose con legalidad y transparencia
La Paz, 13 de julio de 2016 (Naciones Unidas) - La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por su sigla en inglés) presentó hoy los principales hallazgos de su acompañamiento al proceso de incineración/destrucción de drogas ilegales incautadas en Bolivia durante el primer semestre de la gestión 2016.
Como una actividad pionera de la UNODC a nivel mundial, esta Oficina participa en las incineraciones y destrucción de drogas ilegales incautadas en Bolivia, validando la información, fortaleciendo la cooperación interinstitucional y construyendo confianza. La UNODC participa en la incineración/destrucción de droga en el marco de su Programa de Apoyo a la Implementación del Plan de Acción de la Estrategia de Lucha contra el Narcotráfico y Reducción de Cultivos Excedentarios de Coca del Estado Plurinacional de Bolivia, financiado por la Unión Europea y Dinamarca.
La Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico (FELCN) informó que, conjuntamente el Ministerio Público, durante el primer semestre de la gestión 2016, incautaron 6,8 toneladas de cocaína base, 9 toneladas de clorhidrato de cocaína y 10,4 toneladas de marihuana para expendio. Estas drogas ilegales fueron incineradas/destruidas en 281 actos realizados durante el semestre, precisó la FELCN.
Durante el primer semestre de 2016, se observó un incremento en la incineración/destrucción de drogas incautadas respecto a similar periodo de 2015 en las siguientes proporciones: la cocaína base incinerada/destruida se incrementó en un 3,4%; el clorhidrato de cocaína, en un 21,2%; y la marihuana, en un 26,6%.
La validación de la información de la incineración/destrucción de drogas ilegales incautadas en Bolivia por parte de la UNODC consiste en la verificación de los actos, datos y documentación sobre las drogas ilegales incautadas desde el momento que salen de la sala de evidencia hasta su incineración/destrucción en campo. Durante el primer semestre de 2016, la UNODC participó en calidad de observador verificando el cumplimiento de los estándares legales y procedimentales para la incineración/destrucción de drogas ilegales en 78 actos, escogidos al azar, lo que representa un 27,8% del total de los actos realizados. La participación de la UNODC en los actos de incineración/destrucción de drogas se incrementó en un 70% en comparación al primer semestre de 2015.
La UNODC acompaña a la FELCN y al Ministerio Público a los principales actos de incineración, en los que además participan otros testigos, como medios de comunicación y peritos forenses. En estos actos se verifica que el material que será incinerado/destruido sea la sustancia controlada que figura en las actas de secuestro y de incineración, elaboradas por los funcionarios de la FELCN.
En las incineraciones en las que la UNODC participó al azar, junto con otros testigos, verificó que dichos actos continúan siendo ejecutados por las autoridades bolivianas dentro del ámbito de su competencia, con transparencia y legalidad.
El Representante de la UNODC en Bolivia, Antonino De Leo, resaltó el cumplimento de algunas recomendaciones que la UNODC realizó a la FELCN en enero de este año con la finalidad de mejorar el trabajo de esta entidad policial. Entre las recomendaciones cumplidas, De Leo destacó que, en los actos de incineración/destrucción de drogas, la FELCN usa las balanzas donadas por la UNODC en 2014; están presentes los supervisores designados por la FELCN y participa su Inspector General, quien, además, impulsa la utilización de pruebas de campo para cerciorarse que las sustancias incineradas/destruidas son drogas ilícitas.
Finalmente, dijo que las principales recomendaciones a la FELCN y al Ministerio Público sobre el proceso de incineración/destrucción de drogas se refieren al uso de los hornos de incineración de drogas ilegales, el establecimiento de un protocolo de ingreso y salida de drogas ilegales a la sala de evidencias para mejorar el control interno y el envío de información a la UNODC sobre las incautaciones de drogas ilegales y el número de actos de incineración de estas sustancias.