Mensaje del Director Ejecutivo de la UNODC, Yury Fedotov, sobre el Día Internacional contra la Corrupción - 9 de diciembre de 2018
La Paz/Viena, 9 de diciembre de 2018 (Naciones Unidas).- El Director Ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), Yury Fedotov, emitió el siguiente mensaje sobre el Día Internacional contra la Corrupción, celebrado este 9 de diciembre de 2018:
Este año celebramos el 15 aniversario de la histórica Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción.
Gracias a la Convención, casi todos los países del mundo ahora tienen leyes vigentes que hacen de la corrupción un delito. La comunidad internacional ha reconocido que combatir la corrupción es esencial para prevenir y abordar las causas fundamentales del conflicto y el extremismo violento, la construcción de la paz y la protección de los derechos humanos.
Los gobiernos entienden que la lucha contra la corrupción es fundamental para combatir la delincuencia organizada, incluida la trata de personas y el tráfico de migrantes, así como el tráfico de drogas ilícitas, armas y recursos naturales.
A través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), cada país se ha comprometido a reducir la corrupción y el soborno, fortalecer la recuperación y devolución de activos robados y desarrollar instituciones eficaces, inclusivas y transparentes.
En los 15 años posteriores a su adopción, la Convención contra la Corrupción ha alcanzado un estatus casi universal, con 186 Estados Partes. La Convención está equipada de manera única con un mecanismo de revisión por pares que ayuda a identificar las necesidades de asistencia técnica y promueve el diálogo entre los países sobre los desafíos que enfrentan para luchar contra la corrupción.
Como guardián de la Convención, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito está trabajando con los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil, las organizaciones deportivas, los educadores y los ciudadanos para rechazar la corrupción, promover la integridad y lograr los ODS.
Unidos contra la corrupción, podemos fomentar una cultura de legalidad, ayudar a construir instituciones responsables y transparentes, y permitir que las personas en todas partes tengan acceso a oportunidades y lleven vidas saludables y productivas.