Declaración del Director Ejecutivo de la UNODC en el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA - 1 de diciembre de 2016
La Paz, 30 de noviembre de 2016 (Naciones Unidas).- El Director Ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por su sigla en inglés), Yuri Fedotov, emitió el siguiente mensaje, en ocasión del Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, que se conmemora el 1 de diciembre de 2016:
Las acciones contra el VIH/SIDA no deben quedar al garete de los esfuerzos realizados en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. En comunidades y sociedades de todo el mundo, la gente sigue luchando contra los muchos retos de esta enfermedad mortal. A nivel mundial, 1,6 millones de usuarios de drogas inyectables están infectados con VIH, mientras que 6 millones viven con hepatitis C.
Unos 30 millones de personas en contacto con prisión en el mundo tienen un riesgo de infección de hasta 10 veces más alto que aquellos fuera de prisión. Las personas en prisión deberían tener estándares sanitarios iguales a los del resto de sus comunidades. Debemos asimismo mandar un mensaje claro de que los muros de ninguna prisión son lo suficientemente altos o anchos para prevenir que el VIH se mueva entre las prisiones y el resto de la sociedad.
Aún más preocupante es el hecho de que nuevas infecciones de VIH no han disminuido en años recientes y se han incrementado entre ciertos grupos, incluidas las personas usuarias de drogas inyectables. Durante el año pasado, a nivel mundial 150,000 personas usuarias de drogas inyectables se infectaron con VIH. Son 150,00 más de lo aceptable.
Si los esfuerzos de prevención no han de ser considerados como un fracaso abismal, debemos trabajar con más esfuerzo para educar, comunicar, convencer. Nuestro objetivo más importante debe ser eliminar el estigma y la discriminación que tanto afecta al trabajo de prevención y tratamiento del VIH.
Nadie, sean prisioneros u otros grupos, debe ser silenciado por la vergüenza. Se le debería de dar asimismo a la gente acceso a jeringas y agujas limpias, a terapias sustitutivas de opiáceos, a pruebas de VIH y a terapias antirretrovirales. Sin embargo, globalmente la disponibilidad, distribución y calidad de estos servicios contra el VIH son muy bajas para prevenir tanto el VIH como la hepatitis C.
En abril, los países se comprometieron durante la Sesión Especial de la Asamblea General sobre el problema mundial de las drogas (UNGASS) a eliminar el SIDA para el 2030, y a combatir la hepatitis viral en personas que usan o se inyectan drogas. Durante una reunión de alto nivel de Naciones Unidas este año se acordó una declaración política para eliminar el SIDA.
En conjunto, estos acuerdos brindan una oportunidad para lograr metas específicas establecidas en el plan global contra el SIDA, y a recabar los recursos necesarios para este fin. La UNODC asiste en este esfuerzo al brindar servicios contra VIH basados en evidencia y derechos humanos, y en respuesta a la cuestión de género, además de tender puentes entre el control de drogas, policías, administraciones penitenciarias, sanidad, justicia y sociedad civil.
En el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA debemos reconocer que eliminar la epidemia de SIDA para el 2030 se puede lograr, pero necesita de una respuesta rápida. Todos debemos empezar ya nuestro sprint hacia estas metas. La carrera ya ha empezado.