El consumo de drogas conlleva graves consecuencias en cuanto a la salud, aspectos sociales y de seguridad. En la región de Centroamérica y el Caribe los adolescentes y jóvenes son el grupo poblacional con mayor vulnerabilidad a iniciarse en el consumo de drogas.
Además de los aspectos perjudiciales a la salud que este consumo implica, se aumentan los riesgos para la aparición de otros comportamientos de riesgos asociados como la violencia y la delincuencia en los jóvenes. Por tal razón, llevar a cabo las estrategias de prevención y atención de los trastornos por uso de drogas se consideran iniciativas de prioridad en la región.