Los días 12 y 13 de febrero de 2019, la Subdivisión de Prevención del Terrorismo de la UNODC celebró en Luanda un curso práctico nacional sobre el Convenio Internacional para la Represión de los Actos de Terrorismo Nuclear, la Convención sobre la Protección Física de los Materiales Nucleares y su Enmienda de 2005.
La actividad comenzó con discursos de apertura del Coordinador Residente de las Naciones Unidas en Angola, el Secretario de Estado de Cooperación Internacional y Comunidades Angoleñas, el Secretario de Estado de Energía de Angola y el Cónsul Honorario del Canadá en Angola. El curso práctico formaba parte del proyecto trienal de la UNODC para promover la universalización y la aplicación efectiva de los instrumentos señalados, y se celebró en el marco general del Programa Regional para África Meridional de la UNODC. El proyecto es financiado por el Gobierno del Canadá.
Funcionarios angoleños encargados de formular políticas y adoptar decisiones, así como expertos en la materia, se reunieron con representantes de la UNODC, el Organismo Internacional de Energía Atómica, la Oficina de Asuntos de Desarme de las Naciones Unidas, el Grupo de Expertos del Comité del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas establecido en virtud de la resolución 1540 (2004), el Ministerio de Justicia del Camerún y la Dirección de Seguridad Nuclear de Côte d’Ivoire para examinar las ventajas de los instrumentos internacionales mencionados.
El Convenio, la Convención y su Enmienda de 2005 son indispensables para prevenir el terrorismo nuclear y aumentar la seguridad nuclear en todo el mundo. La adhesión universal a dichos instrumentos puede favorecer a todos los países, al facilitar la cooperación internacional.
Los participantes en el curso práctico tuvieron la oportunidad de examinar los aspectos principales del Convenio, la Convención y su Enmienda de 2005, y de conocer las diferencias y sinergias entre ellos. Además, pudieron estudiar un caso práctico relativo a la aplicación de esos instrumentos y analizar las dificultades para su aplicación por los países de la región, así como las enseñanzas extraídas. Asimismo, el curso práctico puso de relieve la importancia de ser parte en el Convenio, la Convención y su Enmienda de 2005 y de aplicarlos plenamente, al tiempo que sirvió de plataforma para recibir información sobre las posibilidades de asistencia que ofrecen las distintas organizaciones que estuvieron representadas en el curso.