La inclusión de la sociedad en la prevención y el control de la corrupción es prioritaria para que la buena gobernanza y la proveeduría de servicios públicos sea más eficiente y eficaz, para que la toma de decisiones por las instituciones públicas sea más equitativa y transparente. Las personas afectadas directa o indirectamente por la corrupción deben participar en los procesos destinados a determinar que necesidades han de abordarse, en qué orden y quién debe encargarse de ello. Esta corresponsabilidad ciudadana está prevista en el artículo 13 de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, la cual alcanzará su 20° aniversario el año entrante.
UNODC -con el apoyo del Pueblo de los Estados Unidos a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)- desarrolló la Metodología para el Fomento de la Participación Ciudadana en la Prevención y Combate a la Corrupción, la cual consta de once módulos creados con los insumos de 111 personas de los ámbitos académico, público, social, privado e internacional en los estados de Coahuila, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León y Quintaran Roo.
Conoce los once módulos aquí: