COMUNICADO DE PRENSA UNODC 029 /2010
Jóvenes escoceses premiados visitan Colombia para llevar mensaje antidrogas a su país
Bogotá, 4 de junio. Una comisión escocesa conformada por estudiantes, periodistas, personal de la Agencia Escocesa de Lucha contra las Drogas (SCDEA) y de la Embajada de Colombia en el Reino Unido llegará el 6 de junio al país invitada por la Vicepresidencia de la República, con el apoyo de la Embajada Británica y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, UNODC, y su iniciativa medioambiental de Responsabilidad Compartida*, con el objetivo de que conozcan el impacto ecológico y social que deja en Colombia la producción de cocaína y llevar un mensaje antidrogas a Escocia y demás países del Reino Unido.
Los cinco estudiantes escoceses vienen de los colegios de secundaria Portobello High School, en Edimburgo (capital de Escocia), y Girvan Academy, de Glasgow. Además de los rectores de ambas instituciones, los acompañan la periodista Hannah Strange, corresponsal para Latinoamérica de The Times, uno de los diarios más prestigiosos del Reino Unido, especialmente en temas políticos; y Nicola Barry, reportera y columnista del Daily Express, diario británico cuya edición dominical -the Sunday Express- le da amplia cobertura a temas ambientales y es reconocida como una de las mejores publicaciones del Reino Unido.
También hace parte de la comisión el detective Stephen Innes, de la Agencia Escocesa de Lucha contra las Drogas (SCDEA), y Rodrigo París, Primer Secretario de la Embajada de Colombia en el Reino Unido.
Los estudiantes de la Girvan Academy recibieron el Young Scot Award 2009, premio que reconoce las iniciativas de la juventud escocesa de 11 a 26 años y que obtuvieron por la difusión en su comunidad de las consecuencias del consumo de drogas, no sólo en sus cuerpos y en su ciudad sino también a nivel global; con una investigación especial sobre Colombia, llevada a cabo desde sus instituciones educativas dentro de la actividad denominada Colombian Month (mes de Colombia).
"Por el conocimiento especial que tienen de Colombia y por su liderazgo, queremos que estos jóvenes conozcan de cerca la cantidad de bosques que están desapareciendo para dar paso a cultivos ilícitos, la contaminación de los ríos por los precursores químicos y demás daños medioambientales y sociales en el país, y que sean multiplicadores del mensaje de la responsabilidad compartida que tienen quienes consumen drogas con estos problemas que afectan nuestro desarrollo", señala María Elena Romero, jefe del Área de Responsabilidad Compartida de UNODC.
La comisión estará en el país del 6 al 12 de junio y su agenda incluirá encuentros con personal de Naciones Unidas; con el Vicepresidente de la República, Francisco Santos; con víctimas del consumo de drogas, y con estudiantes de secundaria del país; así como visitas a medios de comunicación y a zonas deforestadas por siembra de ilícitos, entre otros.
Para más información y concertación de entrevistas con medios de comunicación:
Sandra Botero. Directora Comunicaciones UNODC Celular: 321-2058723 |
Carlos Mauricio Sánchez Asistente de Comunicaciones UNODC Celular: 317-8538253 |
*Responsabilidad Compartida
El principio de responsabilidad compartida fue definido por el XX Periodo Extraordinario de Sesiones, de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1998, como la base orientadora de la acción bilateral o multilateral en la lucha contra el problema mundial de las drogas.
Esta iniciativa busca forjar alianzas contra el flagelo de las drogas y sus consecuencias ecológicas, teniendo cuenta que la herramienta más eficaz en la lucha contra las drogas es la cooperación entre las naciones, pues la iniciativa parte de la base de que si hubiera más conocimiento sobre el ecocidio que genera el consumo de cocaína, el atractivo de esta droga se opacaría. Para reducir el impacto de las drogas, es necesario reducir no sólo su oferta sino también su demanda.
Responsabilidad Compartida invita a la comunidad mundial a aprender más sobre la tragedia ambiental colombiana asociada con la cocaína y a trabajar conjuntamente para que el discurso del problema mundial de las drogas incorpore el desastre ambiental que éstas provocan. Solo así la catástrofe ambiental silenciosa de los cultivos ilícitos recibirá la atención necesaria para ser frenada.