Sylvie Bertrand
Representante Regional de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito para América Central y el Caribe
9 de diciembre de 2024
Los jóvenes tienen sueños y aspiraciones, anhelos fervientes de creer en un futuro mejor, pero la corrupción socava el tejido social, frena el progreso y les priva de oportunidades educativas, laborales, participación en la vida pública, éxito en el deporte, acceso a la atención sanitaria y otros servicios esenciales. Además, este delito contribuye a la degradación ambiental y a la destrucción del clima, condenando a las futuras generaciones. La tala ilegal de bosques reduce los medios de vida de los jóvenes que viven en comunidades que, como las poblaciones indígenas, han hecho uso sostenible de dichos recursos para su subsistencia.
De tal forma que nuestro mundo enfrenta numerosos desafíos, tragedias, desigualdades e injusticias, muchas de las cuales están vinculadas a la corrupción.
Con 1,9 mil millones de jóvenes en el mundo, combatir la corrupción es vital para garantizar el futuro de casi una cuarta parte de la población global. De acuerdo a la CEPAL, en América Latina y el Caribe la población de jóvenes es cercana a los 160 millones de personas y en varios países de la región su proporción seguirá aumentando significativamente en las próximas décadas.
Aunque los jóvenes son considerablemente afectados por la corrupción, también tienen el potencial de convertirse en agentes poderosos de cambio en la lucha por un futuro basado en la integridad.
Una generación que impulsará una cultura de integridad
Los jóvenes deben exigir rendición de cuentas y participar activamente en los esfuerzos anticorrupción. Para promover eficazmente una cultura de integridad en los sectores público y privado y formar una generación que se enfrente a la corrupción, la educación es esencial. Desde una edad temprana, la educación inculca valores de transparencia, responsabilidad e integridad.
Al promover la integridad y el comportamiento ético en sus círculos sociales y al desafiar la corrupción a pequeña escala en el ámbito comunitario, los jóvenes pueden impulsar un cambio significativo.
Innovación para abordar un desafío global
Los jóvenes, con su dominio de las tecnologías, pueden desarrollar soluciones innovadoras para combatir la corrupción a nivel global. Herramientas como blockchain, inteligencia artificial, plataformas en línea, redes sociales y aplicaciones innovadoras pueden ser aprovechadas para aumentar la transparencia, mejorar el acceso a la información y crear mecanismos que faciliten la denuncia anónima de prácticas corruptas.
Desde la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) hemos apoyado hackatones para combatir la corrupción.
Escuchar y empoderar a los jóvenes
Tradicionalmente los jóvenes han sido excluidos de los procesos de toma de decisiones y de otros espacios de poder que, en algunos casos, han favorecido redes colusorias. Es nuestro deber escuchar activamente a los jóvenes, sus ideas de hoy pueden ser clave para encontrar las mejores soluciones para combatir la corrupción y fortalecer la integridad mañana.
Los jóvenes líderes con integridad desempeñan un papel crucial al abogar por el desmantelamiento de estructuras institucionales que facilitan la corrupción, impulsando una mayor transparencia y responsabilidad. A través de su participación activa contribuyen a la creación de instituciones resilientes a la corrupción que no admiten comportamientos poco éticos.
Construir un futuro más justo y transparente
Abordar la corrupción conduce a una sociedad más justa y transparente, donde los jóvenes tengan igualdad de oportunidades para alcanzar sus sueños. Este esfuerzo fomenta la confianza en las instituciones e inspira a la próxima generación a contribuir activamente a un futuro mejor.
Consideramos que los jóvenes tienen una visión clara y propuestas innovadoras para un futuro libre de corrupción. Es necesario brindarles un espacio en la toma de decisiones, escuchar sus voces e involucrarlos en el proceso. Al empoderar a la juventud para que participe activamente y lidere los futuros esfuerzos anticorrupción, podemos generar un cambio duradero.
Este año, en el Día Internacional contra la Corrupción, destacamos el papel de los jóvenes como guardianes de la integridad, promoviendo la conciencia sobre la corrupción y sus impactos en sus comunidades. Desde UNODC los jóvenes cuentan con espacios para participar activamente en discusiones, compartir sus experiencias y proponer soluciones innovadoras para combatir la corrupción.
El objetivo de nuestro mensaje es amplificar las voces de los líderes de integridad del mañana, permitiéndoles expresar sus preocupaciones y aspiraciones, con la esperanza de que sus llamados sean escuchados y atendidos.
Construir un mundo justo y un planeta sostenible solo es posible si la corrupción no se interpone en el camino. Unidos, podemos combatir la corrupción.