Mensaje del Secretario General en el Día Internacional de la Lucha Contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas
26 de junio de 2013. Este año visité el centro de rehabilitación de toxicómanos de San Patrignano en el norte de Italia, donde más de 1.200 mujeres y hombres jóvenes procedentes de 28 países están aprendiendo a librarse de la maldición de la adicción y a vivir una vida digna y productiva. El camino no es fácil. Exige coraje, responsabilidad y la compasión de mentores dedicados. Pero los miembros de esta comunidad ejemplar saben que son afortunados. En el mundo entero, las drogas amenazan la salud y el bienestar de jóvenes y niños, familias y comunidades, y los miles de millones de dólares que genera el comercio de drogas alimentan la corrupción, aumentan el poder de las redes delictivas y crean temor e inestabilidad.
El tráfico ilícito de drogas es un obstáculo manifiesto al desarrollo. Este problema transfronterizo exige una respuesta enérgica y coordinada de los encargados de hacer cumplir la ley dentro de los países y entre estos. La lucha contra la delincuencia organizada y el tráfico ilícito de drogas es una responsabilidad común. Pero el estado de derecho es solo parte de la ecuación. Por ejemplo, los agricultores que dependen de la explotación de cultivos ilícitos como coca, marihuana y opio, necesitan que se les ofrezcan otros medios de subsistencia, y los consumidores de drogas y los toxicómanos necesitan que se les ayude, no que se les estigmatice.
Un sistema de salud pública basado en los derechos humanos y la ciencia es la única base racional para prevenir y tratar la toxicomanía y las consecuencias conexas como la transmisión del VIH debido a prácticas de inyección poco higiénicas. Debemos además hacer frente a amenazas como el problema incipiente que presentan las nuevas sustancias psicoactivas, muchas de las cuales no están bajo control internacional. Es preciso concienciar a los jóvenes, en particular, sobre los peligros de tales drogas.
En este Día Internacional de la Lucha Contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, apelo a los gobiernos, los medios de información y la sociedad civil para que hagan todo lo posible por crear conciencia del daño que causan las drogas ilícitas y para ayudar a impedir que haya personas que se benefician de su uso.